INTEC

De procesos industriales y biotecnología

Un científico del CONICET trabaja en el diseño de las agendas de distribución de productos.


Rodolfo Dondo, investigador adjunto del CONICET. Foto: CONICET Santa Fe.

 

Un científico del CONICET trabaja en el diseño de las agendas de distribución de productos. Rodolfo Dondo es investigador adjunto del CONICET en el Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC, CONICET-UNL) ubicado en la ciudad de Santa Fe, donde se desempeña en el grupo de Síntesis y Optimización de Procesos Industriales. Dondo se especializa en ingeniería de procesos industriales y en aplicaciones de optimización a la biotecnología. Sus resultados se orientan a planificar tanto las actividades de recolección de materias primas como la distribución de productos de una empresa en la forma más económica y eficiente posible.

“En estos casos, la toma de decisiones debe hacerse de manera racional para que las actividades logísticas no incrementen los costos de producción, se lleven a cabo con puntualidad y de forma ‘amigable’ con el medioambiente”, aclara.
En esta entrevista el investigador habla sobre la implementación de herramientas computacionales en el sector productivo y sus proyectos de investigación y transferencia.

En nuestra vida diaria, ¿en qué casos se ven los resultados?

Trabajé en el diseño de las agendas de distribución de los productos de una fábrica en forma tal de minimizar los gastos de combustible mientras se coordinan las actividades de carga y transbordo en plantas, centros de distribución y clientes. Obtuvimos resultados en el ahorro en la distancia que recorren los vehículos, que no solo permite a la empresa disminuir sus gastos en combustible y en mantenimiento de vehículos sino que también implica menos contaminación ambiental y aporta a la descongestión del tránsito urbano.

¿Por qué eligió este tema de investigación?

Porque siempre pienso en cómo hacer más eficiente cualquier actividad en la vida diaria. Por ejemplo, cuando estoy en la fila de un cajero, imagino formas de acelerarla. Creo que mi tema de trabajo me permite satisfacer esa ‘necesidad’.

¿Ha realizado estudios en el exterior?

Sí. Durante mi posgrado hice una estadía en un Instituto alemán de investigación en Biotecnología y en la Universidad Estatal de Paraná (Brasil) para realizar el trabajo experimental que me permitió doctorarme. Luego, en el marco de mis actuales actividades, realicé una estadía en el ‘Centro de Innovación del Transporte’, en Barcelona, dedicado a investigar y transferir tecnología en el área de la logística y la planificación de actividades de transporte. Ver cómo solucionan problemas en otros sitios es útil.

¿Transfirió conocimientos a sectores públicos y/o privados?

Hemos recibido el apoyo de una empresa de transporte, de Santa Fe, que nos dio tanto su aval para solicitar un proyecto de investigación como también información utilizada para construir un detallado modelo matemático de una empresa de transporte de la región, lo cual nos permite planificar sus actividades con un alto nivel de eficiencia. Nos gustaría obtener datos de otras empresas para modelar diferentes estructuras de trabajo y ver cómo hacerlas más eficientes.

¿En qué consisten sus investigaciones en biotecnología?

Para procesos biotecnológicos, investigo la manipulación de las condiciones medioambientales de cultivos para llevar adelante la fermentación con máxima eficiencia, regulando, por ejemplo, la temperatura de un fermentador

En su línea de investigación, ¿quiénes trabajan con usted?

Al grupo en el que trabajo, que nombré lo lidera Jaime Cerdá, investigador superior (R) junto a Carlos Méndez, investigador independiente y Diego Cafaro y Luis Zeballos, investigadores asistentes del CONICET. Cada uno desarrolla su especialidad por separado pero, a la vez, compartimos ciertas áreas de trabajo.

Rodolfo Dondo es doctor en Ingeniería Química por la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y es profesor adjunto de la carrera de Biotecnología en la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL.

  • Por  Enrique A. Rabe. CONICET Santa Fe.