El Dr. Oscar A. Marín Ramírez* -de la Universidad del Quindío (Colombia)- es becario posdoctoral interno del CONICET en el Depto. de Física de la Facultad de Cs. Exactas y Tecnología de la Universidad Nacional de Tucumán, pero también desarrolla actividades en el Instituto de Física del Litoral (Conicet/UNL), sito en nuestra ciudad. Es químico y sus investigaciones comprenden, entre otros temas, las propiedades eléctricas y optoelectrónicas de nanoestructuras semiconductoras emergentes.
“ Trabajo en la fabricación y caracterización de materiales semiconductores que tienen estructuras del orden de los nanómetros, es decir, formados por estructuras hasta 1000 veces más pequeñas que el espesor del cabello humano, e investigo cómo se comportan sus propiedades ante diferentes excitaciones externas (cambios en el potencial eléctrico que les aplico; si los ilumino, o no; qué pasa cuando cambio su ambiente circundante, etc). Me doctoré en Química en la FIQ/UNL, y si bien hago mi postdoctorado en Tucumán he mantenido una colaboración estrecha con investigadores santafesinos, razón por la cual realizo una pasantía en el IFIS Litoral”, explica.
¿Cómo se “fabrican”?
Debido a su extrema pequeñez, estos materiales se tienen que depositar sobre aquellos (materiales) que tengan un tamaño que se pueda manipular, al cual llamamos sustrato. En la actualidad, trabajo en estrategias de crecimiento de nanohilos de óxido de zinc (ZnO) a temperatura ambiente. Este material se fabrica a muy altas temperaturas, lo cual aumenta el costo de producción y limita de manera considerable el sustrato sobre el que se lo hace crecer (no se pueden usar plásticos, por ejemplo). Con este proceso de crecimiento a baja temperatura reduciremos los costos de producción de los nanohilos de ZnO y ampliaremos su rango de aplicaciones.
¿En qué se aplicarían los resultados?
En la fabricación de LEDs, fotodetectores, biosensores, dispositivos de almacenamiento de información, entre otros.
¿Por qué investiga en este tema?
Los dispositivos electrónicos y optoelectrónicos están muy ligados al bienestar social y económico. Donde miremos siempre encontraremos cómo los materiales de este tipo facilitan la vida. Se encuentran en casi todo lo que usamos o necesitamos, desde una simple linterna LED, un celular de última generación y hasta en el satélite Arsat-1.
¿Cuál ha sido su principal aporte?
Durante el doctorado encontramos propiedades eléctricas muy interesantes en el silicio poroso con posibles aplicaciones en desarrollo de memorias, las cuales habían sido observadas en sistemas más costosos y complicados. Ahora, en el postdoctorado, hemos avanzado bastante en la deposición de nanohilos de ZnO a 24ºC, teniendo ya resultados publicados. Ahora nos encontramos en el proceso de perfeccionamiento de dichas técnicas de fabricación.
¿Por qué vino a estudiar acá?
En los últimos años, Argentina ha realizado un enorme esfuerzo institucional para apoyar la ciencia y la tecnología. Y yo, no ajeno a este nuevo repunte y conocedor de la tradición y buen nivel científico del país, decidí continuar mis estudios acá. En simultáneo, gané becas en Bariloche, San Luis y Santa Fe, eligiendo esta última por el tema de trabajo.
(*) Sus directores son los Dres. David Comedi (CONICET /UNT) y Roberto Koropecki (IFIS Litoral). Entrevistó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/CONICET Santa Fe)
